10 dezembro 2012

¿Por qué hay conflicto de tierra en Brasil?

Desde el período colonial hasta el inicio de los años 1960, no hubo política de tierras en Brasil. Sin embargo, con la transformación de el medio rural promovida por la modernización agrícola (industrialización) y el éxodo rural, en que millares de trabajadores rurales se migraran para la ciudad, ocurriendo, así, el agravamiento de problemas de cuño social, económico y ambiental, relacionados a la falta de infra estructura, salude, empleo y saneamiento básico, hubieran muchos protestos y conflictos en el campo, pues muchos trabajadores no tenían tierra para sobrevivir.


Como las reivindicaciones de los trabajadores del campo pasaran a difundir por toda la nación e incomodar las elites dominantes, aumentando los conflictos en número y violencia, el gobierno crio, en 1962, la “Superintendencia de la Reforma Agraria (Supra)”, con el cargo de ejecutar la reforma agraria. En el marzo de 1963, fue aprobado el Estatuto de el Trabajador Rural, regulando las relaciones de trabajo en el campo y, en 1964, consiguió la firma del decreto que previa la desapropiación, para los fines de la reforma agraria, de las tierras localizadas en las áreas de 10 km a lo largo de las autopistas, ferrovías y represas construidas por el gobierno federal. Por lo fin, el presidente de la República João Goulart encaminó un mensaje a el Congreso Nacional proponiendo un conjunto de providencias consideradas “indispensables e impostergables para atender a las viejas y justas aspiraciones populares”, entre las cuales, con realce, la reforma agraria.  
Pero luego después ocurrió el golpe militar y el presidente fue depuesto. Entre las razones presentadas para  el golpe, estaba la reforma agraria, pues esta implicaba en la democratización del acceso a la tierra y del poder.   
Mismo en el periodo militar, hubo la elaboración del Estatuto de la Tierra, con el objetivo de implantar la reforma agraria. Pero esa política de tierra mostró la ineficacia de la acción gubernamental para beneficiar las populaciones pobres y sin tierras, en que hubo el acceso precario a la tierra, la insuficiencia de tierra y fallas de las políticas de apoyo – fomento, crédito, extensión rural, etc.
En el fin del periodo de la dictadura militar ocurrió el agravamiento del conflicto de tierra, como una de las consecuencias del proceso de modernización conservadora de la agricultura brasileira. Surgieran, así, varias formas de organización en la lucha por la tierra y por la reforma agraria: las ligas camponesas, como el MST (Movimiento de los Sin Tierra), la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) y los sindicatos de los trabajadores rurales. 



Así, a través de la fuerza de esos movimientos sociales, en 1988, hubo la creación de Nueva Constitución, vigente hasta hoy, en que garante la desapropiación de propiedad rural, que no cumple suya función social, para los fines de la reforma agraria. Actualmente, prevalece para el gobierno el concepto sobre Reforma Agraria presente en el Art. 1º, § 1º, Ley 4504/64 de el Estatuto de la Tierra en que, “se considera reforma agraria el conjunto de medidas que visan a promover mejor distribución de tierra, mediante modificaciones en el régimen de suya pose y uso, a fin de atender a los principios de justica social y al aumento de la productividad”.
Pero a pesar de la Constitución dar medios para la concretización de la reforma agraria en Brasil, en la realidad eso no ocurre. Con la aprobación de el Art. 185 y 186 de la Constitución Federal, en que dice que “no son susceptibles de desapropiación para los fines de reforma agraria: (…) II- la propiedad productiva.”, cualquier propiedad puede ser declarada productiva, mismo que no está produciendo, para el inmueble no ser susceptible de desapropiación.    
Actualmente, Brasil es constituido por 69 mil grandes propiedades improductivas, el equivalente a 228 millones de hectáreas. Y conforme los datos del Instituto Brasilero de Geografía y Estadística, en 1995, cerca de 1% de propiedades tenían cerca de 45% de la área para la agricultura.   
A pesar de todos los argumentos al favor de la realización de la Reforma Agraria, en Brasil hay un modelo económico que es antagónico con un plano de distribución de tierras e incentivos a la agricultura familiar.
El actual modelo, conocido por agronegócio, mantiene la estructura de la tierra de los grandes inmuebles monocultores que se dedican a producción para el mercado externo. En todas las regiones del país se consolida este modelo agroexportador. Además, la grande mayoría de los investimentos son realizados por empresas multinacionales, vinculados a los grupos empresarias nacionales.
Así, una Reforma Agraria, pautada pelos movimientos sociales, con los objetivos de eliminar la pobreza en el medio rural; combatir la desigualdad social y la degradación de la naturaleza, que tiene suyas raíces en la estructura de propiedad y de producción en el campo; garantir trabajo para todas las personas, combinado con distribución de rende; garantir soberanía alimentar de toda la populación brasileña, produciendo alimentos de cualidad y desarrollo de los mercados locales; garantir condiciones de participación igualitaria de las mujeres que viven en el campo, en todas las actividades, en especial en el acceso a la tierra, en la producción y en la gestión de todas las actividades, buscando superar la opresión histórica impuesta a las mujeres, especialmente en el medio rural; preservar la biodiversidad vegetal, animal, cultural que hay en todas las regiones de Brasil; y garantir condiciones de mejoría de vida para todas las personas y acceso a todas las oportunidades de trabajo, renda, educación y ocio, estimulando la permanencia en el medio rural, en especial la juventud; en la actual situación de la agricultura brasileña, requiere un enfrentamiento de el modelo de agronegócio.

Um comentário:

  1. "A terra e os bens da natureza são, acima de tudo, um patrimônio dos povos que habitam cada território, e devem estar a serviço do desenvolvimento da humanidade.
    Democratizar o acesso à terra, aos bens da natureza e aos meios de produção na agricultura à todos os que querem nela viver e trabalhar. A propriedade, posse e uso da terra e dos bens da natureza devem estar subordinados aos interesses gerais do povo brasileiro, para atender às necessidades de toda população." MST

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